Cuando en una de esas citas me presentaron la cerveza negra irlandesa Irish Stout, inmediatamente me puse a compararla con su archí popular paisana, e imagine un duelo entre ambas al estilo Sean Thornton (John Wayne) contra el grandullón Will Danaher (Victor Maclaglen) en El hombre tranquilo, para dilucidar cuál sería mi favorita.

Puede que ambas dispongan de dotes pugilísticos, pero más que de eso, esta historia habla de los argumentos con los que la O´haras´s conquistaron mi corazón en mi campiña imaginaria de Innesfree.

Así, os diré que tiene una espuma espesa, cremosa y amarronada inicial que va mudando hasta convertirse en una espumilla superficial poco más que testimonial. El carbónico es evidente y hasta burbujea, pero es compacta y ni siquiera se aprecia en el trago. Su elaboración con maltas quemadas más su condición de stout irlandesa se plasma en su turbidez y oscuridad, pues roza el negro azabache.

Emite nítidos aromas primarios dominados por la malta, hay café, chocolate pero por encima de todo destaca el pan tostado. Como secundarios, fruto del dulzor de la malta y la alta fermentación, puede haber algo de láctico. Se doctora en complejidad y adquiere otro nivel cuando se hace patente la ceniza y las notas ahumadas.



Tantea la boca con una pegada suave y dorada. Es puro equilibrio y corpórea, pero sin llegar a untuosa. Tras el dulce sabe a café y a regaliz negro. Pero como remate final reserva un amargo gancho lupulizado, capaz de dejar una duradera sensación de sequedad, acidez y un recuerdo astringente al alcance de pocas elegidas.

Aprovecho para agradecer a los amigos de La Braña (Torrelavega) que me presentaran esta joya y marcho que allí me esperan  Sean, Will y su hermana Mary Kate para descubrir alguna otra cerveza que siga inspirandonos.

© Fernando Terán
Catador de Cervezas