Castell del Remei inició su actividad vinícola el año 1780 en Penelles (Lleida) con el propósito de elaborar vinos de crianza de calidad. Las privilegiadas condiciones geoclimáticas de la propiedad y el diseño de las instalaciones —sin parangón en la Catalunya de finales del siglo XIX— lo distinguieron como la primera bodega catalana concebida según el modelo de los admirados châteaux bordeleses. Bajo la dirección de Tomàs Cusiné y amparada en la DO Costers del Segre, la bodega elabora tres vinos tintos —Gotim Bru, Oda y 1780— y dos blancos —Gotim Blanc y Oda Blanc—.
Aunque Castell del Remei centra su actividad en la elaboración del vino, es mucho más que una bodega. El complejo de edificios que envuelve la finca disfruta de un encanto que revela la larga historia de la propiedad, que se desarrolla y crece también como destinación ecoturística única en la denominación.
© Javier G. Paradelo
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