La añada 2012 se caracteriza por la sequía y por las temperaturas frescas, por ser un año de muy escasa producción, marcado por una excelente sanidad y con una magnífica madurez. Los vinos de la añada 2012 destacan por su finura y elegancia.
Sela 2012 transmite su juventud y, a su vez, la filosofía y el estilo de Bodegas Roda. Se presenta en nariz con predominio de los aromas de frutos rojos que se aprecian con claridad, el carácter finamente especiado y una ligera sensación mineral y de ramillete de notas florales y de especies finas que completan el paisaje del vino. En boca destaca por ser sedoso, fresco, con un tanino de muy buena calidad; es largo y el pos gusto aporta una agradable sensación de frescura.
Sela es un vino ideal para disfrutar durante toda la comida y siempre invita a beber más.
Desde los inicios de la bodega riojana, hace unos veinte años, se preveían dos líneas de trabajo en la viticultura. La primera, a medio plazo, comprando viñedos viejos y alcanzando acuerdos con viticultores de viejas viñas; y una segunda línea de trabajo, pensada para dar sus frutos a largo plazo, plantando nuevas viñas en excelentes suelos para ir formando los Roda del futuro.
Dos décadas después de las primeras plantaciones, las viñas jóvenes se han hecho adultas, van alcanzando el equilibrio y ya son capaces de transmitir el carácter de su paisaje. La cosecha 2008 brindó la oportunidad de empezar con un nuevo vino, ya que los viñedos habían alcanzado la madurez adecuada para desarrollarlo. Y así nació Bodegas Roda Sela, un vino distinto a sus hermanos mayores —Roda, Roda I y Cirsion—, pero con el sello inconfundible de Bodegas Roda.
Sela es un vino con fuerza, juvenil, procedente de viñedos sostenibles y que nace con la vocación de ser un vino de consumo más frecuente, que quiere llegar a un nuevo público que comienza a vivir la pasión del mundo del vino, fácil de armonizar con la comida, resulta muy agradable al paladar, sabroso, fresco, complejo y elegante.
© Javier G. Paradelo
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