El Chianti Classico de Poggio Bonelli 2008 presentaba un rojo cereza picota de capa media y ribete anaranjado, algo turbio. Aromas de fruta roja y negra en compota, algo sobremaduro con olores de uva pasa y ciruelas. Boca carnosa, acidez justa, estructura algo descentrada y postgusto con cierta cortedad a fruta compotada.
El Pierre Bourée Fils 2008 de Gevrey-Chambertin se mostró como un vino rojo guinda de capa baja, limpio y glicérico. Aromas de fresas ácidas, frambuesa, hierba recién cortada y perfumes de flores blancas. Boca de excelente acidez, buena estructura, ligero y de recuerdo a frambuesas.
Terminamos coun un vino de Bodegas Ochoa de Navarra, en Olite, el Ochoa Crianza Pago de Santa Cruz 2009 que se presentó con un rojo cereza intenso de capa media-alta, glicérico, fluidez media, limpio y brillante. Aromas iniciales a fruta roja en licor, regaliz, menta, chocolate, coco, elegante tratamiento del roble bien integrado. Boca carnosa, de buena acidez, llena de fruta roja, envolvente con excelente recuerdo a fruta en el postgusto.
© Roberto G. Corona
Comentarios